El islam es una de las religiones monoteístas más importantes del mundo, entre 1200 y 1300 millones de personas en todo el mundo profesan esta religión. Desde su nacimiento hasta la actualidad, la religión islámica sigue reglas y patrones entregadas por su libro sagrado, el Corán, el que se debe obedecer al pie de la letra. Estas normas y reglas aplican para toda la población, sin embargo, para el caso de las mujeres islámicas el panorama es muy distinto.
La mujer islámica desde su nacimiento debe seguir y respetar el doble de reglas que los hombres, en este sentido ella vive por y para su marido, quien toma decisiones por ella. El Corán castiga duramente a mujeres que no cumplen su función de esposa, y es muy común en los países árabes condenar a pena de muerte a las mujeres que cometen adulterio, que quieran divorciarse, que no puedan tener hijos, etc. El nacimiento del feminismo en el mundo árabe va permitir tener una visión más igualitaria para las mujeres y hombres que profesan esa religión.
Desde mediados del siglo XIX, comienza a abrirse paso en Egipto y en lo que hoy conocemos como Siria y Líbano, un movimiento en defensa de los derechos de las mujeres. El activismo feminista islámico tuvo que enfrentarse a la agresiva respuesta de algunos Gobiernos.
Lo significativo de este período es que las mujeres no solo se unieron a las demandas comunes de justicia, igualdad ciudadana y derechos fundamentales; sino que incluyeron cuestiones de género, ofrecieron resistencia y lucharon por su permanencia en el espacio público, incluso cuando esto conlleva un coste personal.
Feminismo Islámico y la lucha contra el patriarcado – Made with Moovly
Actualmente, estos movimientos han significado un cambio importante para la vida de la mujer islámica. Esto ya que se han podido revelar en contra el patriarcado que marcó la vida de muchas generaciones de mujeres que no pudieron denunciar y exigir sus derechos básicos como personas.