En el Estadio Fiscal de Talca el día 4 de septiembre, al igual que en 2016, la final de la Copa Chile se disputó entre Everton de Viña del Mar y Colo-Colo, el resultado fue un austero 2-0 a favor del equipo colocolino con el joven Pablo «El pibe» Solari como figura.
El primer tiempo del partido siguió su transcurso natural y no tuvo mayor emoción a excepción de una polémica mano dentro del área no cobrada a favor del cuadro viñamarino. El arbitro Piero Maza desestimo cobrar penal a favor de los ruleteros.

En el segundo tiempo, llegaron los goles de la mano de Pablo Solari la gran figura de la tarde, y Joan Cruz que convirtió su primer gol en el profesionalismo. Quien emocionado entre lágrimas festejó su primera conquista.
Con esta nueva conquista, Colo-Colo sigue como el equipo más ganador en la historia de esta copa con trece títulos en su palmarés. Tras esta victoria el cuadro cacique cambió la mala imagen que dio el 2020, al jugar el partido para mantener la permanencia versus el equipo Universidad de Concepción.