Desde hace un tiempo muchas instituciones en el país se han puesto en tela de juicio por la filtración de datos en la Internet, esta vez fue el turno de la iglesia católica. La cual no estuvo exenta de polémicas, ya que los involucrados son los máximos referentes eclesiásticos chilenos.
Una operación para desactivar el nombramiento como capellán en La Moneda de Felipe Berrios, y por dejar fuera de la comisión papal de abusos contra menores a una víctima del caso Karadima. Fue revelada hace un par de semanas por un medio digital, el cual entregó a la luz pública e-mail privados entre el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati y Francisco Javier Errázuriz junto al lobista político Enrique Correa.