La creciente ola de delincuencia en Chile sigue generando preocupación, especialmente tras la reciente detención de un joven de 16 años y su madre en Valdivia, quienes fueron formalizados por tenencia ilegal de armas, tráfico de drogas y homicidio frustrado, esto muestra como la problemática de la delincuencia esta estrechamente vinculada con las relaciones interpersonales de los criminales, como amigos o familiares los cuales dan marcha a la creación de bandas criminales y redes de narcotrafico, las cuales se expanden como gangrena a lo largo del país.
Otro dato demoledor es que en la primera semana de mayo, se registraron 23 aprehensiones diarias en Valdivia, lo que equivale a una cada 63 minutos, evidenciando cómo la combinación de diversos factores socioculturales afecta la calidad de vida, la seguridad y la integridad de las personas. Muchos de estos grupos armados nacen en los barrios bajos como una respuesta a la segregación que estos lugares representan, creando en el proceso a personas antisociales que solo tienen como meta hacer «dinero fácil» sin importar las consecuencias que esto pueda traer.