Corea del Norte y Estados Unidos se encuentran en un bucle de amenazas, en especial desde que Donald Trump tomó el cargo de la Casa Blanca. Esto por la política exterior que ha tomado el país norteamericano respecto al gobierno norcoreano, la cual ha tomado un drástico giro por las amenazas de fuego militar. Y de aquí nace la interrogativa: ¿estamos cerca de presenciar una nueva guerra entre potencias bélicas?
Este conflicto me recuerda a la ‘’Crisis de los Misiles’’ de Cuba en 1962. Fue la última vez que el planeta sintió estar cerca de una guerra nuclear, entre dos potencias como lo eran Estados Unidos y la URSS. Finalmente, luego de negociaciones secretas entre las capitales de ambas, acordaron detener la situación y solucionarla pacíficamente.
En caso de que el conflicto provocara una guerra, las cosas que pueden perder son mayores que las que lograrían ganar estos dos entes. Una derrota de la ‘’supuesta’’ mayor potencia en nuestro planeta o el fin de un régimen totalitario que vive aislado en las costas asiáticas. Por otra parte, Donald Trump estaría tratando de desviar la atención de su pueblo ante la »mala» gestión que ha realizado hasta el momento y que se ha hecho visible en los índices de popularidad del mandatario.
Desde Corea del Norte, podemos observar que la existencia de este enemigo ‘’imperialista’’, que es visto como una gran amenaza, es una estrategia de los gobiernos autoritarios para poder legitimar el cargo de Kim Jong-un, además la tensión sitúa a la capital del país asiático en una posición de mayor fortaleza al momento de negociar a nivel internacional, luego del deterioro con sus principales potencias aliadas: Rusia y China.
¿Se dará finalmente una guerra? No deberíamos apostar por ninguna posibilidad, pero si deberíamos estar preparados para ser parte de un conflicto que terminará por afectar y repercutir en gran parte de nuestro mundo. Hasta el momento, sigamos con nuestra vida normal.