Este mes condenarán a los cuatro ex carabineros involucrados en la desaparición de José Vergara ocurrida el 13 de Septiembre de 2015 en Alto Hospicio.
El caso de Vergara vuelve a poner en duda la protección entregada por los agentes del Estado recordando las desapariciones forzadas ocurridas anteriormente con personas igual de indefensas que este joven esquizofrénico, de extrema pobreza y maltratado por la salud pública, quien fue abandonado en la inhospitalidad del desierto de Caleta Buena ubicada en el camino hacia Pisagua, el mismo lugar que ocupaban los militares como campos de concentración y ejecución durante la década del 70.
Las primera detención y consiguiente desaparición ocurrida en los tiempos de democracia sucedió el 2001, en la avenida colón de Arica, donde Hugo Arispe juntaba algunas monedas cuidando y limpiando autos. El 10 de enero de ese año Hugo gastó sus monedas en unos trago y al ir caminando por la calle ebrio lo detuvieron, lo condenaron a cuatro días de prisión y tras cumplir la condena desapareció.
Después la misma historia se repitió el 2005 con la detención de un joven en Puerto Montt, quien también fue detenido durante la madrugada, sin embargo José Huenante ni siquiera alcanzó a ser multado por arrojarle unos guijarros a la patrulla de los carabineros, su cuerpo ya había desaparecido antes de que la familia se percatara de su ausencia.