Usar sin cuidar: la poca conciencia sobre la contaminación y los espacios públicos nocturnos de Valdivia

Por Rodrigo Arismendi e Isabel Laimböck

Valdivia alberga uno de los paisajes más reconocidos en nuestro país. Al ser elegida Capital Cultural de América en 2016, se abrió paso a los ojos del mundo, dejando entrever al área del turismo una ciudad con una amplia gama de atractivos: ríos totalmente navegables, variedad de actividades culturales, zonas naturales protegidas, balnearos en zonas cercanas, eventos y ferias periódicas, etc. Sin embargo, un problema latente está siendo reconocido por la ciudadanía e identificado por las instituciones administrativas de Valdivia: el mal uso que tanto los ciudadanos de Valdivia como sus visitantes están dando a ciertos espacios públicos de la ciudad durante la noche, y a su vez, la poca conciencia medioambiental que tienen a la hora de hacer uso de los mismos.

Uno de los grandes atractivos de Valdivia es el Péndulo de Foucault, herramienta del  Centro de Estudios Científicos (CECs) que tiene por objetivo demostrar visualmente el desplazamiento de la tierra, de forma interactiva e informativa. A pesar de que esta estructura es reconocida y apreciada por los valdivianos gracias a su aporte a la ciencia, sus alrededores se han transformado en un punto de encuentro asegurado para que durante la noche, grupos de personas se instalen a beber y fumar, desplazándose a lo largo de toda la costanera, pero erradicándose principalmente en el Péndulo de Foucault.

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El Péndulo de Foucault está ubicado frente a la Gobernación Marítima de Valdivia, institución que tiene la jurisdicción del lugar.

Foto: Isabel Laimböck

El pasado 24 de octubre se realizó un operativo medioambiental, en el cual participaron entes privados y públicos, con el fin de contribuir a limpiar el río y retirar desechos que se encontraban en el agua. Del trabajo realizado se extrajo casi media tonelada de basura, principalmente compuesta por vidrio, botellas plásticas y latas, los cuales fueron entregados a una empresa recicladora. Este hecho tiñe de incertidumbre el futuro del lugar, quedando en evidencia las pocas o nulas acciones que ha hecho la ciudadanía para evitar este problema, que no pasen sólo por la conciencia y el cuidado personal.

Respecto a las fuerzas o instituciones que tienen algún tipo de responsabilidad sobre estos hechos -es decir, tanto respecto al consumo de alcohol en la vía pública como sobre el abandono de desechos en el río y en la calle-, es posible afirmar que existen cuatro. En primer lugar, Carabineros de Chile tiene la facultad de pasar multas a quienes realizan las acciones mencionadas, así como de detener personas en caso de que la situación se salga de control; en segundo lugar está la Gobernación Marítima de Valdivia, que es la institución que tiene la labor de resguardar y proteger el borde costero, tanto mares como riberas de río; en tercer lugar, el Departamento de Medioambiental de Aseo y Ornato de la Municipalidad de Valdivia tiene la labor de recoger toda la basura que queda en los espacios públicos durante la madrugada y, en cuarto lugar esta el Departamento de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de Valdivia, que cuenta con el programa Seguridad Ciudadana que trabaja al alero de Carabineros, realizando circuitos nocturnos de patrullaje en cuatro o seis motos de seguridad.

Considerando que la Ley Orgánica de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante señala que la responsabilidad y el control  sobre las riberas de río es parte de la Gobernación Marítima, esta institución fue consultada respecto a su deber sobre el problema. Al respecto, Sebastián San Martín, encargado de concesiones marítimas, señaló que ellos efectivamente están capacitados para fiscalizar por consumo de alcohol y de sustancias psicotrópicas, pudiendo realizar controles de identidad, pero que, sin embargo, la cantidad de personas es tal que es imposible controlarla.

Bárbara Cisternas, encargada de medioambiental acuático de la Gobernación Marítima de Valdivia, concordó con las palabras del uniformado, afirmando que la acumulación de basura en la costanera es un fenómeno que viene ocurriendo desde hace 3 o 4 años. A esto agregó que la masa es incontrolable porque a pesar de que se hagan las fiscalizaciones correspondientes y la masa se disperse, esta vuelve al rato. Es por esto que, bajo su opinión, el principal problema es la cultura de quienes se reúnen en esta zona, generando que su comportamiento sea problemático. Con el objetivo de generar una conciencia medioambiental, esta institución, junto con otros entes, organizan constantemente limpiezas de playas y riberas.

Desde el Departamento Medioambiental de Aseo y Ornato, René Milanca, director del mismo, sostiene que la responsabilidad que tienen como recolectores de basura es simplemente recogerla, así como generar planes de contingencia para que la recolección sea oportuna y adecuada según la cantidad de basura que es abandonada en el lugar.

Respecto a la alta cantidad de personas que se reúne a beber alcohol en el sector de la costanera, Milanca afirmó que el principal problema radica en el incumplimiento de las leyes que les otorgan las facultades necesarias a Carabineros y a la Gobernación Marítima para realizar un control y patrullaje efectivo de este sector.

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Los funcionarios de aseo y ornato deben recoger la basura antes de las 10 de la mañana, todos los días.

Foto: Isabel Laimböck

Peter Zippel, director de seguridad ciudadana de la Municipalidad de Valdivia, señaló que las motos de seguridad con las que cuenta el programa municipal tienen la facultad de actuar como ente de vigilancia y de disuasión de la masa, pero que los motoristas no cuentan con las facultades legales suficientes como para poder llevar a cabo un control efectivo en esta zona, ya que sólo pueden realizar acciones que cualquier ciudadano común y corriente podría realizar. Es por esto que sus funciones son llevadas a cabo de la mano con otras instituciones, principalmente de Carabineros.

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Las motos del Plan de Seguridad Ciudadana actúan principalmente como un ente difusor de la masa de personas que se reúne en este sector.

Foto: Isabel Laimböck

Diversas iniciativas se han llevado a cabo por parte de organizaciones ambientales y gubernamentales. Y es que intentar subsanar el problema de la contaminación del río Calle Calle es un trabajo que ha requerido extensas jornadas de debate y puestas en marcha de actividades de descontaminación. A continuación, se muestran datos acerca de iniciativas que se han realizado para extraer los residuos del río, así como de la función que cumplen las diferentes instituciones que se relacionan con esta problemática.

Desde las diversas miradas que intentan diagnosticar el tema, se ha llegado a definir las causas y consecuencias del mal uso de los espacios públicos. A continuación, este vídeo presenta una síntesis del problema, junto con un análisis de parte de las instituciones que tienen competencia sobre este conflicto.

Tal como se señala en el video anterior,  desde hace mucho tiempo que este fenómeno se ha hecho difícil de controlar para las autoridades a cargo de la zona. Y es que con el paso del tiempo, la agrupación de personas en el sector de la costanera de Valdivia se ha vuelto una tradición de fin de semana, casi como parte de la cultura de la ciudad. Sin embargo, el problema mismo no está en la multitud de gente que suele asistir, sino en las actitudes que adoptan al compartir en este lugar. Desde este punto de vista, queda claro que para encontrar una solución a la gran cantidad de basura que queda en la madrugada no hay que pensar en dispersar la masa -como se ha hecho hasta ahora-, sino que, primero, disponer de basureros aptos para depositar la basura de este sector, pero segundo -y aún mas importante-, generar campañas que permitan hacer un cambio cultural en quienes suelen recurrir a la costanera de Valdivia.