En el pasado, han surgido estereotipos de género que tienen un profundo efecto no solo en las personas sino también en la sociedad. Estos estereotipos distorsionan el aprendizaje creando estándares de cómo se debería comportar, vestir o ser una persona. En materia de educación estos estereotipos crean una brecha, de manera que, la enseñanza tanto para mujeres como para hombres no sea igualitaria. Por eso, una educación no sexista crea igualdad de oportunidades, tanto en la educación como en las experiencias de aprendizaje.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) señala que, la igualdad de género y educación es una prioridad mundial y tiene como finalidad <<garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos>>. Pero, en cuestiones de educación no sexista en sí, no se refiere.
En Chile, en junio del 2018 tras las manifestaciones del movimiento feminista, se creó la Comisión “Por una Educación con Equidad de Género” que tiene como finalidad, <<propiciar la reflexión docente para identificar aquellas actitudes y acciones sexistas en la sala de clases, específicamente sesgos y estereotipos que se reproducen en la interacción pedagógica de docentes y estudiantes>>. Por ende, es importante que desde una temprana edad niños y niñas sean educados sin estereotipos para crear una sociedad más igualitaria.