La música es una de las expresiones más hermosas del arte y la región de Los Ríos siempre se ha destacado por tener grandes músicos y agrupaciones. Pero los escenarios se han quedado sin aplausos por causa del coronavirus. Los artistas han tenido que reinventarse y las orquestas han tenido que dirigirse a través de una pantalla. A pesar de todo, la música nunca ha cesado.
Es el caso de la Orquesta Sinfónica de Panguipulli, quien con su calidad musical se ha destacado en la región adjudicándose distintos proyectos para llevar a cabo conciertos digitales. “Vive la música en digital” fue el último proyecto que se adjudicó por parte del Gobierno Regional de Los Ríos para realizar micro conciertos y actividades musicales durante este año.
Una nueva orquesta
En el año 2006 nace este proyecto de orquesta, a través de un fondo de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI), con el motivo de acercar a las artes a niños y jóvenes del sector. El encargado para dirigir esta orquesta fue Alexander Sepúlveda, distinguido contrabajista del Conservatorio de Música de la UACh, quien se había perfeccionado en dirección con el maestro Eduardo Browne, creando un gran curriculum y llegando a ser director titular de la Orquesta CIFAN.
Bajo la batuta de Sepúlveda, la Orquesta Sinfónica de Panguipulli ha tenido que aprender a funcionar en un escenario como limitaciones y adaptarse. Los programas musicales han cambiado, haciendo que las plataformas virtuales sean el mejor aliado dado el contexto actual.
La música continua
Con la cuarentena, los estudiantes de la orquesta han tenido que experimentar sus clases de instrumentos, por medio de una pantalla. Las distintas complicaciones que eventualmente suceden al conectarse a través de un celular o computador hacen que el aprendizaje sea variado. Más aun cuando en el ámbito musical la interpretación de alumno- profesor es un factor importante, que en una pantalla puede verse limitado.
Con la llegada de la fase 3 de apertura inicial a Panguipulli, en donde están permitidas actividades grupales de no más de 25 personas, el escenario de apoco ha ido cambiando y han podido retomar los ensayos orquestales al aire libre. La retroalimentación en una orquesta es fundamental para crear un buen sonido en conjunto.
Paso a paso, los integrantes de la Orquesta Sinfónica de Panguipulli han ido volviendo a la normalidad de sus rutinas musicales, con un contexto distinto, pero con el mismo entusiasmo de hacer música.
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