La ingeniera espacial Katherine Johnson, fue una de las primeras mujeres afrodescendientes que trabajó y colaboró para La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA). La científica, también conocida como «computadora humana», mediante sus cálculos precisos posibilitó las exploraciones espaciales del Proyecto Mercury.
Los aportes de Johnson ayudaron a que el primer astronauta estadounidense, Alan Shepard, llegara al espacio. Así mismo, sus habilidades sirvieron para que John Glenn orbitara alrededor de la Tierra. Su mayor contribución fue en 1969, cuando calculó las trayectorias de vuelo que posibilitaron a la misión espacial Apolo 11 su llegada a la luna.
La física, a lo largo de su vida obtuvo una gran cantidad de reconocimientos, pero sus contribuciones no se visibilizaron durante años. Sin embargo, el estreno de la película Hidden Figures en 2016, popularizó la historia de las primeras científicas afroamericanas que trabajaron en la NASA.