Tras 20 años de guerra, la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán sumado a la huida del presidente Ashraf Ghani en agosto del presente año, dio paso para que los talibanes tomaran control sobre el gobierno del país tal como sucedió en 1996.
Las afirmaciones de los talibanes en una primera instancia, aseguraron que no habrían impedimentos para las mujeres pero transcurridos dos meses desde el hecho, se han podido evidenciar serias violaciones a los derechos humanos y un daño importante en materias de libertad de expresión y restricciones a la mujer.
Pese a los intentos de Estados Unidos junto con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), no se ha podido dar tregua al conflicto y conformar una democracia certera y estable en Afganistán.
Se han perdido muchas vidas en el intento y la situación parece no ser esclarecedora para la población femenina quienes se han visto vulneradas desde muy pequeñas ya que son consideradas como simples medios de procreación que como sujetos de derecho quienes puedan llevar una vida normal.
Es sumamente complejo reconstruir un sistema que siempre se ha basado en el terrorismo, machismo y la violencia para mantener a raya a sus ciudadanos.
Por Karla Neumann y Francisca Rodríguez