Por Carla Guerra y Dahiana Quintero
Uno de los principales problemas medioambientales tanto a nivel nacional, como internacional, son las numerosas plantaciones forestales existentes. Si bien, estas existen en función a la economía, convirtiéndose así en materia prima para la fabricación de otros elementos. Hoy en día, hay una discusión latente acerca del daño que producen a los ecosistemas.
En Chile, existen numerosas plantas forestales, donde la mayor parte se encuentra localizada en la región del Bío Bío, considerándose un factor importante para la economía del país. Estas plantaciones, dan gran parte de los ingresos a la industria, siendo la Forestal Arauco y Empresas CMPC -del grupo Angelini y Matte, respectivamente las que lideran el negocio tanto nacional, como internacional.
La expansión territorial exhaustiva que han llevado estas empresas, con la intención de hacer crecer su negocio, ha llegado a un punto de colapso. La crisis climática provocada por el calentamiento global, se ha intensificado con el pasar de los años, siendo un tema de contingencia en la agenda política actual. Pues bien, el daño que causan los predios forestales, es de una magnitud considerable, secando cuencas hídricas y provocando incendios en época estival, provocando que diversas comunidades se vean afectadas.
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Soluciones sostenibles
Es esencial que a nivel país se tomen decisiones en esta materia. Las plantaciones forestales distribuidas a lo largo del territorio nacional constituyen un peligro, tanto para las comunidades como para el medio ambiente. Estas han provocado diferentes incendios y sequías, siendo este un problema que, año tras año, sigue repitiéndose.
Actualmente, se encuentra en discusión lo que será la nueva Constitución del país, esta tiene que garantizar y velar por la eficaz protección de la tierra y el agua, siendo estos, elementos esenciales para el buen vivir de la gente.
Es urgente que empresarios y políticos tomen decisiones severas para combatir las extensas sequías que se vienen presentando en los últimos años. Solo así, se podrán realizar cambios para frenar el calentamiento global, y poder dar esperanza a las nuevas generaciones.