El último siglo la industria textil ha crecido considerablemente. Así también, la forma en que se adquieren los productos, dando origen al fast-fashion o moda rápida. Este termino hace referencia a la tendencia consumista que va de la mano de una forma de producción masiva, que diseña y fabrica productos a bajo costo.
La venta de prendas aprecios bajos, a costa de una baja calidad reduce considerablemente su vida útil. De esta manera, aumenta el consumo y la cantidad prendas desechadas. Mientras que al mismo tiempo aumentan los residuos industriales, dando paso a altos niveles de contaminación, los que posicionan a la industria textil como la segunda más contaminante a nivel mundial.
Las consecuencias de producir a bajo costo las sufre el medio ambiente. Sin embargo, aún es posible tomar conciencia. Para no contribuir al fast fashion se pueden tomar medidas como comprar ropa de segunda mano, además de donar, vender o reutilizar la ropa en buen estado. Finalmente, la mejor opción para dejar de contribuir a la contaminación de la industria textil es preguntarse ¿es realmente necesario?.