La campaña más dividida de los últimos tiempos en Brasil se prolonga. El 2 de octubre se realizaron las elecciones nacionales para escoger al nuevo presidente. La votación fue más ajustada de lo que preveían las encuestas, dejando al Partido de los Trabajadores (PT) de “Lula” Da Silva y al Partido Liberal (PL) de Jair Bolsonaro casi empatados . En los resultados, la jornada de votos culminó sin la posibilidad de decretar a un ganador. Por lo cual se agendaron nuevas fechas para la elección presidencial. Sin embargo, como resultado de que el partido de derecha obtuviera más votos de los esperados, resulta difícil predecir los resultados de las próximas votaciones.
Se cree que para ganar en segunda vuelta los candidatos deberán lanzar propuestas y cada uno explorará las debilidades de su adversario.
El resultado de la primera vuelta muestra la complejidad política en la que se encuentra Brasil. El avance de derecha y el apoyo de muchos votantes a Bolsonaro muestra un panorama difícil para un cambio político en el país eventualmente liderado por Lula. Es indiscutible que Brasil vivirá las siguientes semanas bajo mucha incertidumbre.