El proyecto hidroeléctrico en el río San Pedro presentado por Colbún, comenzó su construcción en el año 2009, pero debido a la falta de estudios geológicos paralizó la obra dos años más tarde luego de descubrir que las bases eran inestables. Acorde a esto, una de las aristas presentadas en contra de la costrucción de la central, es la remoción en masa y deslizamiento de las laderas del río, primordialmente asociado a terremotos. Sin embargo, Colbún argumenta que los trabajos se realizan en una zona dura, en donde su estudio estaba restringido a ese sitio sin riesgos.
Segun el geólogo de la Universidad Austral de Chile Manuel Schilling Danyau, el lugar presentado por Colbún está fuera del área del proyecto y no fue considerado en el estudio. Para la empresa constructora, el embalse iba a inundar la zona donde fueron esas remociones, causando la estabilidad de las laderas, cosa no justificada por ningún estudio científico, ya que el agua tiende más que a endurecer a lubricar un terreno.