Por: Franco Fuentes y Lucas Sanhueza
En mayo de 2022, la Municipalidad de Valdivia preparó una reunión debido a su preocupación por la actividad de venta ambulante ilegal alrededor de la Costanera de la ciudad, pero también por la situación de las personas detrás de esta venta, entendiendo sus necesidades. Por estas razones, la reunión mencionada fue una negociación entre la Municipalidad y los mismos vendedores ambulantes. De esta forma, empezó el planeamiento del proyecto Patio Submarino, un espacio cerrado otorgado para vendedores independientes entre diciembre del 2022 y febrero del 2023 para, además de satisfacer las preocupaciones mencionadas, un mayor alcance al público y un aprovechamiento mejor del espacio final de la Costanera para atraer el movimiento de turistas. Sin embargo, el proyecto en su primer mes de ejecución dio mucho que desear en la opinión pública y decepcionó las expectativas de la misma gente detrás de los puestos de la nueva feria.
El proyecto municipal, su estructura y más detalles son informados a través del siguiente vídeo:
Desde la apertura del Patio Submarino el lunes 12 de diciembre, apareció una discusión acerca del aspecto de sus puestos. Según Diario Futrono, en redes sociales se apreció una crítica negativa hacia el cómo se ve el espacio, mientras que transeúntes de Valdivia destacaron la iniciativa y mencionaron lo ordenada que se ve la Costanera gracias a esta iniciativa.
En efecto, este fue uno de los objetivos principales del proyecto: un orden más visible en el sector costal de la ciudad. Gabriela Arroyo, directora de Desarrollo Comunitario, detalló que la iniciativa tenía por objetivo “ordenar en un sector determinado a comerciantes [ambulantes instalados en la Costanera] y a su vez despejar el espacio en otros sectores”.
La directora informó que gracias a la colaboración por parte de vendedores ambulantes para contribuir al orden en este sector comercial de Valdivia la iniciativa se desarrolló más rápido, la cual se inició en mayo por medio de estas reuniones en donde “se logró identificar las características de cada puesto. […] Como hemos podido observar favorablemente estos últimos días, esto está funcionando y estamos todos disfrutando del espacio que se ha liberado gracias a esta iniciativa”.
Pero no todos están disfrutando del espacio. O, al menos, este espacio no cumplió las expectativas de un grupo importante en esta iniciativa: los propios vendedores ambulantes participantes del proyecto.
Los puestos de Patio Submarino se conforman de un surtido de artesanías y productos de ropa hechos a mano. A continuación, unas menciones de puestos representativos del Patio.
El descontento por parte de dueños de los puestos del Patio Submarino se debe a que, a pesar de que les fue entregado un espacio por parte de la Municipalidad, estos espacios no fueron lo prometido. Según Alejandra Fernández, encargada de un puesto al centro de la feria, les fue prometido que los puestos serían cerrados y con un piso de base, siendo estas dos características no cumplidas al momento de ser entregado el espacio construido. Los puestos son construidos con madera, sin piso y sin paredes, solamente con soportes para instalar productos artesanales y un techo de lona.
El material del techo causó una controversia mayor. El pasado martes 20 de diciembre llovió en Valdivia, y durante el día, los techos acumularon agua y en momentos iba cayendo a la calle, la cual en ese espacio carecía de alcantarillas. Fue el día siguiente en donde la Municipalidad apareció a tomar acción. “Al día siguiente nos entregaron pales para instalar en el piso, lo cual es un parche en la herida”, opinó Fernández.
Este problema del espacio siendo algo distinto a lo prometido se debió al presupuesto entregado a la empresa constructora encargada de los puestos. Jonathan, dueño de un puesto de Patio Submarino, conversó con constructores de la empresa. “Los de la empresa dijeron que no tenían más presupuesto para poder arreglar nada, así que la misma gente tuvo que terminar sus puestos”, detalló el vendedor. Más puestos detallaron que debido a la decepción del espacio las mismas personas han invertido en recursos para presentar sus productos. “Las personas por cada puesto han invertido más que la misma Municipalidad, creo yo”, agregó Jonathan.
Otro factor importante en el descontento de los dueños de puestos fue que, durante el primer mes de la feria, la recepción no fue la esperada. “Cuando empezamos no nos fue muy bien, ya trabajábamos en el otro lado del Péndulo, donde va más gente, y ahora fuimos trasladados al otro lado”, comentó María, dueña del puesto más cercano al Museo Naval Submarino O’Brien y, por ende, más lejano al Péndulo. Agregó de forma optimista que “a lo mejor la gente se irá acostumbrando al lugar como un espacio de venta, pero ha sido lenta la transición”.
La vendedora Fernández comentó también sobre este problema. Reflexionó de que “realmente es por las fiestas de Navidad y Año Nuevo. La gente no está interesada en regalar productos artesanales y van más a comerciales más modernos”. Aun así, destacó también la importancia del cambio del espacio de venta.
Las propuestas para que la gente se acerque más a este espacio por parte de los mismos vendedores han sido pocas, pero no por eso menos importantes de tomar en cuenta. Jonathan propuso que una forma para que turistas y locales se acerquen más sea “la publicidad o de una promotora que esté atrayendo a la gente desde los lugares más concurridos de la Costanera como el helipuerto, péndulo o el mercado”. También, aludió a la fiscalización de otros vendedores fuera del Patio Submarino como elemento clave para que la feria funcione. “Mientras se mantenga libre el comerciante de los otros sectores de la Costanera, se va a lograr que este lugar funcione”, concluyó.
Los vendedores empezaron el año con esperanzas y mencionaron de que estos meses de enero y febrero que se les avecina les irá mejor debido a que serán estos meses en donde se acercarán más turistas a Valdivia.