La etapa universitaria significa para miles de jóvenes chilenos un cambio rotundo en la manera de llevar sus vidas, ya que implica tener nuevas experiencias, nuevos conocidos y un nuevo ambiente.
Pero no todo es color de rosas, puesto que detrás del constante esfuerzo y sacrificio que implica cumplir con todas las obligaciones de la universidad, ha estado floreciendo de a poco una silenciosa pero terrible enfermedad. Se trata de la salud mental; cada día son más los jóvenes que se ven afectados por esta situación convirtiéndose así en un problema que está en boca de todos.
Es en este contexto donde una solución comienza a ser vista por cada vez más estudiantes, y esta es la práctica de deporte.
La salud mental
La salud mental según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad”.
La tasa de enfermedades mentales en Chile es de 23,6%, según cifras de la Encuesta Nacional de Salud. Pero ¿por qué las universidades son espacios en los que los problemas de salud mental son tan recurrentes? Para esto existen varias razones; una de las principales es la sobrecarga académica que últimamente se ha normalizado. En ese sentido, Felipe Molina, psicólogo y director del Centro de Estudios y Atención Psicológica de la Universidad San Sebastián, sede en Valdivia, conversó acerca de este tema.
En su experiencia como supervisor, se ha dado cuenta de que uno de los mayores problemas que enfrentan los universitarios es la manera en que se viven las exigencias académicas, que muchas veces sobrepasan a los estudiantes.
“Nosotros lo notamos, ya que en períodos de alta carga académica es cuando más consultas tenemos, cuando más formularios se llenan, más vienen a la ventanilla a consultar. Estas consultas decaen en vacaciones.”
La depresión y la ansiedad son los trastornos que más se repiten por parte de los alumnos. A esta última, Felipe también le ha atribuido importancia a las expectativas que tienen los alumnos por parte de sus familias. Estas pueden ir desde el esfuerzo que hacen sus padres por costear la Universidad hasta llevar el peso de ser el primer egresado de su familia.
La de Fran DoiziEl deporte como una gran herramienta
El deporte poco a poco ha tomado un papel como medio para combatir los problemas de salud mental, y esto se debe a varias razones. La más importante es que la práctica del deporte hace que algunos de los principales neurotransmisores (sustancias por la cual las neuronas se comunican) se activen con la actividad física.
Estos neurotransmisores serían las hormonas del denominado cuarteto de la felicidad: Serotonina, Endorfina, Oxitocina y Dopamina. La unión de estas hormonas a sus correspondientes receptores son los que regulan el sistema nervioso, generando esa sensación de felicidad.
Ante esto, se recopilaron varias opiniones de expertos que aseguran que practicar algún deporte o llevar una vida saludable es importante para afrontar la vida diaria. Felipe Molina expresó que “el deporte aparte de la dimensión de diversión y juego tiene una utilidad muy grande. Al alejarse de las dimensiones productivas, tú vas a jugar una pichanga, te ríes un rato y no tiene relación con tu trabajo o estudio, así que en tanto sea un espacio improductivo es beneficioso”.
Este también destaca la dimensión social del deporte, más precisamente, la posibilidad de convivir e interactuar con la mayor cantidad de personas posibles.
René Antío, director del Instituto Nacional del Deporte, entregó su visión del problema desde una perspectiva estatal, afirmando que, “el deporte es la herramienta más poderosa para desarrollar una sociedad, porque es transversal a cualquier situación socioeconómica o de género, e influye de manera exorbitante en lo que es la salud mental. Por un tema fisiológico, la liberación de endorfinas cuando una persona realiza deportes ya es un condicionante para la protección o estabilidad de la salud mental.”
En cuanto a los beneficios relacionados con la personalidad que los deportistas tienen a la hora de enfrentarse a un espacio universitario, Sebastián Peña, profesor y director de la carrera de Educación Física de la UACH, entregó su opinión al respecto.
“El ser deportista genera autonomía, responsabilidad y trabajo en equipo. Los estudiantes que practican deportes son más proactivos, tienen otra disposición, otra energía, otra personalidad, madurez, habilidades blandas, relaciones interpersonales, liderazgo”.
Estos expertos, si bien tienen una mirada positiva con respecto a la práctica de deporte en un ambiente universitario, también llaman a tener un grado de atención con la práctica de alto rendimiento, ya que podría convertirse en un arma debido a que puede hacer que los alumnos se vean obligados a cumplir con los entrenamientos y olviden sin querer las obligaciones académicas.
El rol de las Universidades
Las universidades cumplen un importante papel en la salud mental; muchas veces son las causantes de tales problemas con la sobrecarga académica y exigencias por la que hacen pasar a los jóvenes. Por ende, deben otorgar espacios de ayuda.
Sebastián Parra, estudiante de ingeniería en construcción de la Universidad Austral de Chile y basquetbolista del Club de Deportes Valdivia, comentó sobre su rendimiento como deportista y estudiante que, “hay que considerar que el deporte consume tiempo, lo cual puede ser un factor. Por otro lado, ayuda a despejarte, lo que permite volver más fresco al enfocarte en otras actividades como el estudio”.
Los protocolos de la mayoría de las universidades es que los alumnos, por cuenta propia o por observaciones de los profesores, se acerquen a la dirección de la escuela. Mediante un constante diálogo, esta determina qué hacer con los estudiantes. Muchas veces, cuando el estrés es alto, se derivan a los psicólogos de las respectivas facultades, quienes realizan el primer diagnóstico de manera profesional.
Luego, los psicólogos realizan un trabajo psicoterapéutico con los pacientes afectados, con el fin de tratar y ver cómo enfrentan las exigencias que los afectan y el impacto que tienen psíquicamente en ellos.
Otro tema es la labor de las universidades con los deportistas de alto rendimiento, ya que muchos de ellos tienen problemas en compatibilizar el deporte con la educación. A veces no existen las flexibilidades para recomponer el tiempo que perdió un deportista ausentándose debido a entrenamientos o campeonatos. Esta es la razón por la que algunos deportistas no pueden terminar sus carreras o se demoran más.
Autocuidado y responsabilidad
El deporte, sin dudas se ha vuelto una herramienta para combatir los problemas de salud mental, pero todavía falta un largo camino por recorrer que nos involucra a todos, no puede ser que se haya establecido como estándar que los estudiantes no duerman por estudiar o que estén consumiendo sustancias para el cansancio.
La salud mental es una enfermedad grave que puede llevar a consecuencias fatales, por lo que la labor de todos es tomarla con la mayor seriedad posible.
Redes Sociales: