Por Suemy Carvajal y Noelia Villegas
Desde hace siete años, cada último viernes de octubre se reconoce la labor de manipuladoras y manipuladores de alimentos en la alimentación de las niñas, niños y jóvenes de Chile. Para efectos de homenajear y dignificar su trabajo, en 2014, la ley 20.787 consagró los derechos laborales de este sector proletario que, entre otras cosas, contribuyeron a solucionar la cesantía estacionaria durante los meses sin escolaridad como enero y febrero. Tres años más tarde, el poder legislativo promulgó la ley 21.032 que estableció el Día Nacional del Manipulador y la Manipuladora de Alimentos.
La promulgación de leyes como la 20.787 y la 21.032 actúan como marco legal que asegura los derechos laborales y trabajos dignos a lo largo del país. A la proximidad del Día Nacional de la Manipuladora y Manipulador de Alimentos, es fundamental el reconocimiento de estas leyes asegurando que cada trabajador reciba la equidad y justicia que merece junto a un entorno laboral que valore su contribución a los diferentes sectores productivos.