Imagen por Renato Guerrero
Por Renato Guerrero y Sebastián Montecinos.
La inteligencia artificial (IA) llegó para quedarse. Si bien esta es una tecnología que existe desde hace muchas décadas, en los últimos años la IA ha evolucionado de forma constante y acelerada, dando lugar a nuevas disciplinas. Herramientas como ChatGPT o la generación de imágenes con IA nos hacen la vida más fácil, ahorrándonos tiempo y esfuerzo al ejecutar ciertas tareas. Además, el uso de esta tecnología es más asequible que nunca. A pesar de todos los beneficios que nos ofrece, los efectos secundarios de su uso están causando estragos en internet, y podría dejar de ser tal y como lo conocemos.
Inteligencia Artificial – Made with Moovly
Un estudio de Amazon Web Services sugiere que el 57 % del contenido en internet podría ser generado o manipulado por IA. El creciente dominio de la IA sobre los contenidos afectará la calidad de las búsquedas, ya que muchos de estos no son de calidad. Esto, a su vez, impactará a la propia IA cuando se retroalimente de esos datos, arriesgando un colapso del modelo. Para evitarlo, investigadores universitarios proponen dos soluciones: conservar una ‘copia maestra’ del contenido generado por humanos o incluir datos humanos en etapas posteriores. Aunque el problema puede prevenirse, las expectativas no son optimistas.