Escrito por: Macarena Miranda, Isidora Monje, Raimundo Preisler y Fabián Salazar.
Valdivia fue propuesta para ser la primera «Ciudad Humedal» de América Latina.
La postulación de Valdivia para ser la primera «Ciudad Humedal» de América Latina ha generado un debate sobre si la ciudad está realmente preparada para asumir el reconocimiento. La iniciativa fue presentada ante la Convención Ramsar el 28 de febrero de 2024, donde el estado chileno resaltó la importancia de sus ecosistemas acuáticos. Sin embargo, la comunidad local siente que no se están tomando las medidas adecuadas para proteger estos valiosos ecosistemas. Una posible solución a esta problemática es la implementación de programas sobre educación ambiental que capaciten a los ciudadanos sobre la importancia de conservar estos espacios, los cuales son cruciales para el mantenimiento de la biodiversidad y el bienestar humano.
Durante octubre y noviembre, una pequeña escuela ambiental llevó a cabo actividades en diversos lugares de la ciudad, enfocándose en enseñar a niños de entre seis y doce años sobre el ciclo del agua y su importancia en el entorno natural. Este tipo de iniciativas son esenciales para fomentar una cultura de respeto y cuidado hacia los humedales, asegurando que las futuras generaciones comprendan su valor ecológico y social.
Raíces del proyecto
El proyecto de escuela ambiental fue lanzado en Valparaíso por la organización Ruta Sustentable, con el financiamiento del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR). Esta iniciativa ofreció dos versiones dirigidas a niños y niñas de entre seis y doce años con dinámicas del cuidado ambiental. En Valdivia, el proyecto fue liderado por Daniel Muñoz, ingeniero en conservación de recursos naturales y educador ambiental, quien también participó en las ediciones anteriores en Valparaíso. Muñoz contó con el respaldo de los organizadores previos de la iniciativa y de la Fundación Forecos de Valdivia.
El programa precisó de siete clases que se llevaron a cabo en diversos lugares como la escuela rural Santo Domingo, Bosque Humedal Angachilla, Bosque Londres, etc. Las sesiones comenzaron con temas como la astronomía y el origen del agua, y culminará con una actividad de plantación de flora nativa. Este enfoque busca inspirar a los niños y niñas a comprometerse con el cuidado del medio ambiente. A continuación, Daniel Muñoz, organizador del proyecto, detalla los objetivos y el contenido del último taller.
La escuela avanza día a día mediante clases ambientales informales que involucran a los padres en el proceso educativo. Estos padres asumen el compromiso de motivar a sus hijos, despertarlos temprano y sensibilizarlos sobre estos espacios que, para algunos, son completamente nuevos.
Importancia y enfoques de la educación ambiental
La educación ambiental se ha convertido en un pilar fundamental para abordar desafíos ecológicos como el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Este enfoque educativo no solo busca transmitir conocimientos sobre el medio ambiente, sino también fomentar una conciencia crítica y activa para proteger el planeta. En un mundo cada vez más afectado por el impacto humano, entender la relación entre las acciones y los ecosistemas es esencial para garantizar un futuro sostenible.
La educación ambiental es capaz de crear conciencia ambiental, lo que permite que las personas reconozcan el impacto de sus hábitos diarios en los ecosistemas, adquiriendo una perspectiva más amplia sobre cómo las acciones, por pequeñas que parezcan, afectan al planeta. Además, fomenta valores y comportamientos responsables, motivando a adoptar hábitos sostenibles como el reciclaje, el ahorro de agua o el consumo consciente. Estas prácticas, multiplicadas a nivel colectivo, pueden marcar una gran diferencia en la reducción de nuestra huella ecológica.
En relación a los distintos enfoques que puede tener la educación ambiental, Julieta Riquelme, ingeniera en conversación de recursos naturales y licenciada en educación, comenta lo siguiente
Conclusión
La postulación de Valdivia como la primera «Ciudad Humedal» de América Latina representa una oportunidad única para destacar el valor de sus ecosistemas acuáticos y el compromiso de la región con la sostenibilidad. Sin embargo, este reconocimiento solo será significativo si se acompaña de acciones concretas para la protección y conservación de estos espacios.
La implementación de programas de educación ambiental, como la escuela ambiental impartida en la ciudad, es crucial para empoderar a la comunidad local y fomentar una cultura de cuidado hacia los humedales. Estas iniciativas no solo sensibilizan a la ciudadanía sobre la importancia de los ecosistemas, sino que también la capacitan para adoptar prácticas sostenibles y exigir políticas públicas efectivas.