La situación vivida a raíz de la polémica en el frente amplio, terminó por confirmar lo que se temía de ante mano. El nuevo partido, llamado a cambiar la política y que había -de manera casi sorpresiva – logrado convencer a muchos jóvenes, caía en los viejos trucos de la política antigua que tanto se intenta erradicar pero poco se hace por ese objetivo.
Alberto Mayol, ya en ese entonces ex pre candidato a la presidencia de la República, se veía enfrascado en una burda pelea que sacó a la luz intimidades e interacciones de carácter personal entre él y uno de los rostros más atractivo de la coalición política, Giorgio Jackson, por un cupo en el distrito 10, por el que también compite el dirigente de la Izquierda Autónoma Francisco Figueroa.
La situación, que no tardó en ocupar las principales portadas de la prensa nacional, fue la instancia propicia para que los actores de oposición se “colgaran” de este impass; y como es de costumbre, sacaran a relucir sus intenciones y propuestas de cara a las próximas elecciones parlamentarias. Esto terminó por convertir la nueva generación política en solo simples gestores de tiempos venideros que no se diferenciarán de los ya vividos.
Lo anterior, nos hace imposible no recordar un hecho similar ocurrido en el año 1992 entre el actual candidato a la presidencia por “Chile Vamos” Sebastián Piñera y la actual alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei. El escenario en aquel entonces generó polémica e incluso casi termina por provocar el descalabro dentro de la derecha chilena.
En definitiva, es de esperar que esta nueva polémica política, termine pronto y se aclaren las dudas que existen en torno al caso, para solo así volver a lograr lo que tanto había costado, reconquistar a la juventud y la política nuevamente, con el afán de al fin generar cambios en la sociedad.
