El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, hace solo unos días, realizó varias visitas a países latinos –Argentina, Chile, Panamá, entre otros-, esto en el marco de estrechar las relaciones entre las naciones del sur, con el gigante del norte.
Las críticas no tardaron en llegar, ya que, frente a la realidad que vive Venezuela, EE.UU. tiene una postura muy dura, ya que considera que el país se encuentra en una dictadura. Por otro lado, los problemas con Corea del Norte también han sido un tema que para el vicepresidente Pence le es difícil tocar, pero que indudablemente tuvo que responder en las visitas que realizó.
En su paso por Chile, se trataron temas económicos principalmente, pero lo que marcó la visita fue que de forma amable, Pence pidió a Chile apoyar a Estados Unidos en cuanto a la postura que mantiene de Venezuela, generando una negativa por parte de la mandataria que lo recibió, y siendo clara que no compartirían los mismos intereses.
Pence, de orden más conservador, no quiso referirse mucho más a otros temas que no se encontraban en la agenda, por lo que, después de visitar el cono sur del continente, emprendió rumbo a Panamá para terminar con las visitas proyectadas.
De esta forma cierra su agenda diplomática, para continuar con su trabajo en términos del comercio bilateral entre naciones y tendrá que pensar en el futuro, si es que Washington seguirá considerando en su radar a los países del sur.