La salud siempre ha primado por sobre las demás necesidades, aún más actualmente donde se vive una crisis creada por la burocracia y la falta de personal. Algunos actores políticos cuestionaban el hecho de que se hacía más infraestructura en vez de potenciar un centro asistencial con personal capacitado, sin embargo ahora nos vemos enfrentados a la falta de ambos personajes, tanto el edificio como los profesionales. Así se encuentra una situación crítica en un barrio de la comuna de Valdivia, barrios bajos, a la espera de un centro asistencial que pueda responder a sus necesidades.
2009 fue el inicio de las conversaciones. En este tiempo se comenzó a hablar sobre la necesidad de un centro asistencial para el lugar, que como barrios bajos presenta un gran porcentaje de personas de movilidad reducida o más longevas. Pusieron estas como prioridad y argumento para la realización del proyecto, pero recién para el año 2015 se habló de una real solución para el sector.
Al año siguiente, o sea 2016, se entregaron los terrenos donde se construiría el centro asistencial para el lugar, teniendo este fecha de inicio el 30 de diciembre del mismo año, siendo 180 días para la ejecución de este. No obstante, a la fecha (diciembre 2017), aún no se entrega el Servicio de Alta Resolutividad (SAR), además de tener paralizada la construcción del Centro de Salud Familiar (CESFAM), que era el proyecto el cual se había prometido en un inicio.
El SAR presenta un 95% de avance, lo cual significa que falta la implementación aunque no tiene fecha aparente de entrega. Sin embargo lo más preocupante es el nulo avance del CESFAM, siendo este la principal razón de la movilización de los residentes del lugar, ya que, como cuenta la señora María Avendaño, tesorera de la junta de vecinos, el Centro Comunitario de Salud Familiar (CECOF) no daría abasto para la cantidad de personas que se atienden, ya que el SAR cuenta como un servicio de urgencia primario, lo que no cumple con las demandas que cubriría un CESFAM.
Teniendo estos antecedentes, buscamos respuesta de la autoridad pertinente, pero nos vimos enfrentados a una negativa por parte del servicio de salud a una entrevista, solo respondiendo que teníamos que adjudicarnos la información ya dada en la red.
Esta no era contestación suficiente. Las personas del sector seguían esperando una respuesta contundente por parte de las autoridades pertinentes, pero al parecer la información no la poseían todos por igual. Ejemplo de ello era Miguel Espinoza, quien viviendo a solo dos cuadras nos comentó que nadie se había acercado a decirle a los vecinos el porqué de la paralización, y que solo manejaban la información que los medios entregaban; o sea, que dos empresas se estaban peleando la licitación de esta obra.
De todos los entrevistados, nadie parecía tener información fidedigna del real motivo de la paralización de la obra, estos no sabían que habían frenado la edificación por una demanda, ya que atentaba a la ley de libre competencia, porque la empresa que se había adjudicado la obra presentaba ciertas irregularidades al momento de licitarla logrando que el tribunal detuviera la construcción y negara una posible licitación hasta que el caso se esclarezca.
Esto deja a quienes viven en Barrios Bajos en una incertidumbre constante, porque el centro asistencial al cual todos o la mayoría se atendía (que es el que se encuentra ubicado en Av. Francia), está en proceso de remodelación, siendo una perfecta excusa para mover a las personas al CECOF de su sector. Pero esta no sería más que una solución parche, ya que en palabras de Yohana Castro, propietaria de un negocio y quien ha vivido más de 30 años en el sector, el CECOF que poseen no da abasto, porque jamás tienen horas y solo cuentan con 3 box los cuales deben atender a todas las personas del lugar, las que no se detienen solo en las calles de barrios bajos, si no que toma parte de la población Arica y Miraflores.
Osea, un centro asistencial el cual está ubicado en una ex sede de la junta de vecinos, que solo posee tres box para atender a todas las personas del sector es una clara llamada de atención a las autoridades por parte de quienes viven en ese lugar.
El SAR funciona solo como urgencia, no cuenta con los servicios necesarios para cumplir con la necesidad de todo un barrio. Es como dice la señora María, una urgencia más, ya que si llega alguien que no puede ser atendido en ese lugar, solo lo estabilizaran, para luego trasladarlo al hospital base. Claramente para los vecinos esto no dará abasto, saliendo más eficiente comprar un bono y atenderse en el servicio privado, siendo que el problema real es la mala licitación realizada por el servicio de salud.
La junta de vecinos de Barrios Bajos, saben que tanto el financiamiento como el lugar existen, sin embargo la información que no manejan, es cuando se volverá a licitar la obra, ya que la empresa que se había adjudicado el proyecto presentó irregularidades, estas tales como que los requisitos calzaban con solo una de las participantes atentando contra la ley de libre competencia, hecho que hizo que una demanda cayera en el Ministerio de Salud (MINSAL), paralizando de esta forma la obra y licitación hasta que el caso logre avanzar.
Pero ahora lo que más preocupa a los residentes, es el hecho que los centros asistenciales que ellos frecuentan se verán más atochados con una atención más difícil, y que las soluciones que dan no responden a una real necesidad que ellos presentan, por eso esperan la respuesta o el apoyo de las autoridades que en un principio se habían hecho presentes en el inicio del proyecto, hoy aun no dan declaraciones por la equivocación que se cometió a nivel burocrático, ni siquiera brindando apoyo a quienes son los reales afectados, que luego de las elecciones, como nos comentaron, no han vuelto a ver a los parlamentarios.
Hecho por: Julieta Cabezas
Yanira Jaramillo
Fernando Vallejos