Tras la aprobación del nuevo proyecto de ley para el mejoramiento de la Institución por parte de la Cámara de Diputados, el abandono del Estado hacia el organismo público se encuentra más claro que nunca.
El proyecto de ley, el cual surgió como respuesta para poner fin a la paralización de Gendarmería del año 2018, plantea un incremento en el número de cargos superiores, mientras se eliminan cargos inferiores; además de agregar un fomento al retiro de 900 UF, para agilizar aún más el ascenso dentro de la institución.
Si bien la reforma responde a las constantes críticas por falta de movilidad dentro del organismo público, esta solo modificará a la Institución por cuatro años, y no respondería a ninguno de los problemas presentados en los informes del Instituto Nacional de los Derechos Humanos con respecto a las malas condiciones de las cárceles en el país.
Según manifestó la Presidenta de la Asociación Nacional de Sub-Oficiales de Gendarmería, Miriam Vásquez, la Municipalidad de Valdivia no muestra preocupación hacia el ingreso de sustancias ilícitas al recinto, “las cuales son lanzadas desde el cerro, causando enfrentamientos entre los reclusos”.
Hay que dejar en claro, que la crisis de Gendarmería y del sistema penitenciario es estructural y requiere medidas del Estado en su totalidad, y para esto se necesita una preocupación real y completa, sobre todos los problemas que sufre la Institución, para así cumplir su función efectiva y dignamente.