Por Camila De la Paz
El 3 de marzo del 2020 comenzó, con el primer contagio, la pandemia en Chile, la cual hizo visible la inconsciencia e inconsecuencia de la población. Chilenos y chilenas, queriendo dejar de lado la pandemia, como tapando el sol con un dedo, se saltaban cada precaución y cada medida. Cabe decir que las medidas que ha tomado el gobierno desde un inicio dejan bastante que desear, pero aún así parte del cuidado y protección contra la pandemia comienza en uno mismo y en la comunidad.
Al contrario de lo que uno podría llegar a pensar, quienes han sido más inconscientes respecto a la contingencia, quienes toman menos medidas y a quienes menos les importan las consecuencias que pueda generar su prepotencia son los más privilegiados. En los barrios más acomodados es en donde más se ven personas saliendo sin mascarilla, o acompañados de sus niños sin mascarilla incluso. Esto causa cierta controversia, ya que son esa parte de la población que mayor acceso a la educación tiene y son quienes más critican a las demás clases por el déficit de esta misma.
La ciudad donde personalmente he podido evidenciar este hecho es Puerto Montt. En mi propio barrio veo a menores juntándose en la plaza de enfrente, sin mascarilla y siendo más de 10 juntos, sin ninguna medida de alejamiento. Los padres no se preocupan, ellos mismos dejan a sus hijos salir y van con ellos a comprar a los mercados locales, apenas usando mascarilla al ingresar. Hay que destacar que actualmente hay más de 500 casos activos en la capital de Los Lagos, siendo la segunda ciudad con más casos activos de Chile.
Estos actos no sólo se ven en las calles, sino también en las redes sociales. Conocidos, amigos e incluso familiares publican “reuniones” con gente, por no decir que se les ve festejando entre varias personas estando Puerto Montt en cuarentena. Un caso reciente, publicado por el medio Cooperativa, que llega a parecer increíble por la falta de conciencia de sus protagonistas, es el de dos residentes de la región que intentaron salir de esta vía área hasta Aysén, con un certificado de COVID negativo falso, siendo interceptados por la PDI.