Por: Celeyn Moya-Conzuelo Carreño
El pasado 19 de noviembre se celebró el Día Internacional de la Mujer Emprendedora. Declarado por la Organización de las Naciones Unidas, este día tiene como objetivo visibilizar a la mujer, contribuir al empoderamiento femenino en el mundo y acabar con la desigualdad de género.
Formar una empresa no es fácil pero cuando decides hacerlo el mundo se abre y en el caso de las mujeres nos sentimos más empoderadas, es el caso de Isadora Duque, Fernanda Carreño y Florencia Fuentes, mujeres que decidieron enfrentar el camino de llevar una empresa independiente y de formar su propia marca.
La gran actividad de las mujeres en el área durante el último tiempo demuestra que el ecosistema emprendedor es liderado por ellas y sus ideales creativos. En Chile, el 38% de emprendedores chilenos son mujeres, de acuerdo con el estudio de Microempresas del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en 2016, y estamos seguras de que seguirá creciendo.
Para que el producto llegue a manos de los clientes tiene que pasar por distintas etapas. Debido a la pandemia el viaje de los productos varió en un 100%, puesto que ya no era posible transportarse al lugar donde se proveían de sus materiales para poder trabajar. Esto le ocurrió a Fernanda, que por no poder viajar para abastecerse tuvo que empezar a contactar proveedores vía Internet para seguir pidiendo los modelos que ella necesitaba para su pyme de lentes de sol.
Pero el internet no fue el único protagonista que demostró su importancia en esta situación, pues muchas emprendedoras también encontraron refugio para sus negocios en sus casas o precisamente, en sus jardines. La cosmética natural destaca el amor de las chicas por el medioambiente y aprovechar lo que les entregaba a ellas mismas fue el impulso que necesitaban para inspirar a sus compradores. En ese sentido, Florencia destaca que su interés por la investigación, la lectura y el entorno natural reflejado en su fiel clientela le provee la comida en su mesa y su familia cada día.
A cada una de estas mujeres las caracteriza el empoderamiento y el poder llevar su pyme con orgullo. ¿El objetivo? que cada cliente vea reflejado en estas emprendedoras, todo el proceso que conlleva la creación, la dedicación, constancia y sobre todo la pasión que les es llevada desde la manufactura del producto hasta su puerta. Así es como se siente cada mujer que logra el proyecto de generar su propia empresa y poder llevar el control sobre sus vidas.