Por Gabriel Fontanes, Lucas Oyarzún, Nicolás Burdiles y Javier Meneses
Los avances socio-culturales han significado una transformación dentro de las discusiones teóricas y prácticas en los asuntos de género pertinentes a Chile. Por ello, en el territorio nacional han tomado una mayor relevancia las consignas de la lucha feminista. No obstante, la brecha laboral por género se ha mantenido como una problemática de herencia patriarcal, la cual sigue ocurriendo en todo el país. Esta tendencia desigual se mantiene en la región de Los Ríos, cuyos parámetros laborales dejan a la mujer en una clara desventaja en comparación al género masculino.
Para comprender más a fondo la historia de la mujer en Chile, se mostrará una línea del tiempo que resalta los eventos más relevantes.
Además, el siguiente vídeo explica brevemente las brechas por género y su impacto en la vida de la mujer.
Brecha salarial por género – Made with Moovly
Una mirada a lo largo de los años
Es innegable que a lo largo de los años se ha disminuido la brecha existente entre hombres y mujeres en el ámbito laboral. Al tener en cuenta este escenario, es importante no sólo analizar, sino también comparar los datos que se pueden obtener desde espacios como el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esta institución, cuenta con estudios que reflejan los porcentajes claves que demuestran que la diferencia entre ambos géneros sigue siendo un tema de preocupación.
El INE, en sus boletines anuales, expuso que en el año 2010 la brecha salarial mantenía una diferencia de 29,6%, afectando al género femenino. Además, las mujeres en este año contaban con un ingreso medio de $214.384. No obstante, al 2018 la brecha cambió disminuyó a un 12,6%, lo que se tradujo en un ingreso medio de $452.039. A pesar de esta progresiva mejoría, los hombres continuaban promediando un mayor ingreso.
Con respecto a las tasas de ocupación y desocupación ocurre algo semejante. En el año 2020, la tasa de desocupación femenina llegó a un 10,4%, mientras que la tasa de ocupación mostró un total de 38,3%, frente a un 58,8% para los hombres. En cuanto a la participación femenina, sólo se registró un 42,7%, lo que da una brecha de género de 22,6 puntos porcentuales que afectan a las mujeres.
El siguiente afiche resume la situación de la población en edad de trabajar femenina.
Azul y Blanco Limpio y Corporativo Covid-19 Salud Infografía de Gabriel FontanesRepercusiones personales para las mujeres
Las consecuencias de esta discriminación pueden trascender más allá de las libertades económicas de las mujeres. Estas situaciones negativas, pueden afectar directamente en la vida personal de los individuos. Respecto a esto, Carolina Tapia, Seremi de la Mujer de la región de Los Ríos explica como puede afectar esta discriminación por género en los demás ámbitos de su vida.
La joven valdiviana Yanira Zapata, quien desde temprana edad ha estado inserta en el mercado laboral, relata su experiencia personal en torno a esta problemática.
También, un punto de alta relevancia es la salud mental de las trabajadoras, la cual puede verse fuertemente afectada por la existencia de esta brecha.
«Esta problemática sin duda representa un factor desencadenante de una posible sintomatología que pudieran generar un síndrome de salud mental, tales como depresión, cuadros ansiosos, trastornos del sueño, entre otros. Es importante mencionar que la capacidad de sobrellevar estas diferencias y dificultades va a depender de los mecanismos de afrontamiento y resiliencia de cada mujer, además de la red de apoyo cada una pueda tener» explica el psicólogo clínico Cristián Vargas.
La llegada del covid-19
Principalmente en las tasas que incluyen a la fuerza de trabajo femenina en la XIV región, la pandemia ha vulnerado aún más las desventajas. Pues, muchas personas perdieron sus empleos formales y, por consiguiente, los ingresos que obtenían de dicho esfuerzo. También, esta situación particular llegó en un contexto difícil para el país, al situarse en medio del estallido social en octubre de 2019.
A lo largo del periodo de pandemia, Valdivia fue una de las comunas que presentó más positividad en los índices de covid-19. Por lo cual, las restricciones de movilidad se mantuvieron bastante estrictas, limitando el libre transporte de los trabajadores. Asimismo, gran parte de estos tuvieron que adoptar una modalidad en línea de sus empleos.
Carolina Tapia, indica que «esta problemática de género ha aumentado considerablemente con las limitaciones del contexto sanitario actual. Durante 2020 y la etapa más crítica de la pandemia, la tasa de inactividad alcanzó un preocupante 59,9% en el caso de las trabajadoras de Los Ríos. En adición a esto, las mujeres promediaron un ingreso mensual de $467.208, cifra muy inferior al $536.312».
Para las mujeres, esto supuso un esfuerzo extra al tener que combinar su vida laboral con tareas domésticas. La Seremi de la Mujer agrega que en 2020 las mujeres dedicaron en promedio 17.8 horas semanales a las labores de crianza y cuidado de terceros. Esto contrasta con las 8.2 horas que emplearon los hombres en este mismo año.
La situación de la brecha laboral por género es solo uno de los múltiples escenarios donde las mujeres se han ubicado en una injusta desventaja. A pesar del sostenido avance en esta materia, las cifras no reflejan una disminución significativa entre las diferencias producidas en el panorama laboral. Por lo tanto, se vuelve imperioso continuar fortaleciendo las políticas públicas que apunten a mejorar las diferencias entre trabajadoras y trabajadores.