Carla Risco Soto, administradora de la Cervecería Nothus: “No esperamos ni pretendemos competir con la Cervecería Kunstmann”

Por: Sofía Gandarillas, Fernanda Aburto, Martina Ramírez, Felipe Sepúlveda, Martín Bravo.

La Cervecería Nothus ha apostado por la estandarización, la producción a pequeña escala y una propuesta diferenciada de las grandes marcas.

Carla Risco Soto, parte del equipo fundador de la Cervecería artesanal Nothus. Foto por: Fernanda Aburto.

El nombre Nothus es un homenaje a los bosques que filtran el agua con la que se hace la cerveza fresca natural. En una ciudad reconocida por su tradición cervecera como Valdivia, la Cervecería Nothus ha logrado consolidarse como un proyecto independiente que apuesta por la calidad, la constancia en sus productos y el respeto por los estilos cerveceros.

En esta entrevista abordaremos la trayectoria, los desafíos y cómo funciona desde dentro la cervecería local Nothus.

El origen de Nothus, sin embargo, se remonta a una motivación mucho más personal y espontánea, el entusiasmo compartido por la cerveza y la experiencia adquirida en la cervecería Kunstmann, una de las cervecerías más reconocidas del país.

¿Qué los inspiró a dedicarse a la cerveza artesanal?

Bastián Araya, el dueño y fundador de la cervecería, estudió turismo y siempre tuvo la idea de emprender en ese ámbito en Valdivia. Nos conocimos porque ambos trabajábamos en la cervecería Kunstmann. Debido a eso, logramos aprender sobre los procesos de elaboración de cervezas. Hicimos contactos dentro de la Kunstmann y, gracias a esto, nació la idea de emprender con una cervecería artesanal. Al principio, se fabricaba la cerveza en casa de Bastián, y se empezó a vender la cerveza en las fiestas a las que él asistía, y poco a poco fue creciendo el emprendimiento.

¿Qué diferencia a Nothus de otras cervecerías artesanales?

Al principio, lo que nos ayudó a diferenciarnos fueron los premios que ganamos. Pero lo que nos diferencia actualmente es la estandarización del producto, es decir, somos muy cuidadosos al elaborar nuestras cervezas y seguimos al pie de la letra la receta original, para que siempre el producto tenga el mismo sabor. Creo que es un punto muy importante dentro del rubro, que el producto sea siempre igual de bueno.

En la Copa Cervezas de América 2022, Nothus, con sede en Valdivia, fue galardonada como la Mejor Cervecería del Mundo. Además, obtuvo tres medallas de oro y una de bronce en distintas categorías.

¿Qué hitos o momentos clave destacaría en la trayectoria de Nothus que hayan marcado un antes y un después?

El primer hito sería cuando abrimos nuestra estación de recarga, ya que, al principio, solo distribuíamos botellas a algunas cervecerías. El segundo sería cuando ganamos las medallas en la Copa de Cervezas de América 2022 y el tercero sería cuando abrimos el local al público y lo convertimos también en restaurante en el año 2023.

Con respecto a su experiencia en la cervecería Kunstmann, ¿Cómo fue crecer ahí y luego decidir abrir su propia cervecería?

De la Kunstmann se dicen muchas cosas, pero dentro de todo sigue siendo un buen producto y referente. Aprendimos mucho sobre la fabricación de la cerveza y fue como una escuela para nosotros. No estamos buscando ser como ellos en este momento.

Desafíos del rubro

Pasar de lo artesanal a una operación más comercial conlleva múltiples dificultades. Desde el espacio físico hasta la estacionalidad en las ventas. Por esto, han debido adaptarse sin comprometer su esencia.

¿Qué desafíos enfrentaron al pasar de una producción casera a una escala más comercial?

Uno de nuestros mayores desafíos ha sido el tema del espacio, porque en estos momentos no podemos producir la cantidad máxima de litros que podríamos, ya que no tenemos donde almacenar tanta cerveza. Otro desafío que hemos enfrentado es adecuar esta casa, que ahora es un restaurante y además es la “fábrica” cervecera de Nothus, por lo que nos hemos tenido que ir ajustando a los espacios.

¿Cuáles son los mayores desafíos económicos que enfrentan como cervecería artesanal?

Lo más difícil es sobrevivir a la temporada baja, porque en verano la cerveza se vende rápido y fácil. Nosotros tratamos de dejar la mayor cantidad de litros de cerveza para nuestro local porque no nos alcanza la producción para además, distribuir a otros lugares. Pero la temporada baja es dura, se vende mucho menos y los costos son casi equiparables con los ingresos. Otro desafío sería tener el dinero suficiente para poder invertir en capital, como herramientas, tecnologías, maquinaria, etc.

¿Qué tan difícil es competir con las cervezas industriales o grandes marcas nacionales? 

Creo que no son comparables, nosotros no esperamos ni pretendemos competir con la Cervecería Kunstmann, ni con ninguna otra marca de cervezas industriales y comerciales. Nosotros, como Nothus, nos situamos en el mercado que nos corresponde; por ejemplo, competimos con cervecerías que están más o menos al mismo nivel, como el Growler, el Regreso y Bundor. No tenemos canales de distribución; somos los que envasamos y distribuimos nuestros productos, por lo que ni siquiera pensamos en las cervezas industriales y/o comerciales como una competencia todavía.

¿Qué rol cumplen los festivales o ferias cerveceras para sobrellevar estos desafíos?

En nuestro caso, no considero que sean un ingreso tan importante. Por ejemplo, asistir a eventos y participar en ferias en verano puede incluso considerarse un estrés de más. Ya que asistir a ferias significa un trabajo extra, tenemos que preocuparnos de llevar personal, montar un stand, etc. En general, en verano no nos conviene mucho. Sin embargo, hace un par de semanas, asistimos al FungiFest y sí fue un aporte significativo comparándolo con las ventas e ingresos que se generan en el local en la temporada baja del año. A mi parecer, los festivales y ferias nos sirven mucho más para dar a conocer la marca, que para ayudarnos en los desafíos económicos.

Opinión sobre la escena cervecera local

Valdivia es reconocida por sus cervezas artesanales, y Nothus ha logrado posicionarse dentro de ese ecosistema. Es importante reconocer la visión sobre el valor de esta comunidad, su potencial de crecimiento y los elementos que aún faltan para fortalecerla.

¿Qué significa para ustedes ser parte de la escena cervecera de Valdivia?

Es muy bueno ser parte de esta comunidad, que es súper colaborativa. Además, hemos logrado posicionarnos dentro del mercado valdiviano gracias al boca a boca, especialmente entre los turistas que visitan la ciudad y recomiendan distintas cervecerías.

¿Cree que la cerveza artesanal puede ser un puente para fortalecer la identidad local?    

De todas maneras, la cerveza en Valdivia, ya es parte de la identidad local. Un buen ejemplo es la cervecería Anwandter, que fue la primera cervecería en Valdivia, fundada por inmigrantes alemanes, es algo que hay que desarrollar y seguir con la tradición.

¿Cree que Kunstmann es una cervecería local y artesanal?

No, existe una clasificación para las cervezas que ya no son artesanales, pero que mantienen la calidad y no son cervezas totalmente industrializadas, es un intermedio y se llaman cervecerías craft. En Chile serían Kunstmann y Kross.

Nothus ha logrado consolidarse como una cervecería artesanal con identidad definida dentro del mercado valdiviano. Su foco está en mantener la calidad del producto, profesionalizar su estructura operativa y ampliar su capacidad sin perder el carácter independiente. Con metas claras y una estrategia de crecimiento gradual, la cervecería proyecta su desarrollo a mediano plazo dentro del rubro local y nacional.