En la actualidad, en Chile existe un aumento de entre un 34% y 47% en el número de nuevos casos de VIH en los últimos cinco años. Más preocupante aún es que el 42,9% de los diagnosticados son detectados en etapa avanzada, tal como expuso a la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
Respecto de los nuevos casos, el informe mundial de Onusida “Ending Aids 2017” señala que de 13 países considerados, cuatro redujeron el número de nuevos contagiados (El Salvador, Colombia, Nicaragua y México), mientras otros nueve aumentaron ese porcentaje. De estos últimos, el país que más incrementó el número de casos nuevos fue Chile.
En este sentido, es necesario ser críticos al momento de analizar la situación. Por esto, la mejor forma de combatir las altas cifras de VIH sería a través de la aplicación de políticas públicas estables, estas deben incluir una educación mucho más fuerte en cuanto a la prevención. La solución no está solo en el mejor acceso y distribución de los preservativos, sino que el problema debe ser atacado de raíz, insistiendo continuamente en la educación de los jóvenes.
La Educación Sexual hoy en día es una de las grandes falencias en el sistema educacional chileno. La verdad es que, deberían impartirse obligatoriamente clases sobre sexualidad en todos los establecimientos educacionales del país, por lo mismo, estas deberían ser estables y continuas para que realmente se generen grandes cambios. Clases impartidas por verdaderos profesionales de la salud, que tengan experiencia tratando estos temas y con jóvenes.
Ahora bien, con respecto a la nueva campaña de VIH impulsada por el Minsal, esta no es más que la misma que se ha realizado hace unos años, contiene los mismos contenidos de campañas anteriores. Por lo tanto, no esperemos que tenga un impacto mayor. Estamos en pleno siglo XXI y, absolutamente todos deberían haber descartado esta enfermedad como un tabú.